Desde la óptica científica de la pedagogía, asumiendo a la educación como objeto de
estudio, de tal manera que tomamos distancia del reduccionismo tecnocrático y
demás que así lo ven, y en el nivel epistemológico alejándonos radicalmente del
neopositivismo, el estrutural-funcionalismo y los críticos neomarxistas,
asumimos a la educación de la siguiente manera:
La educación es el proceso histórico económico-social de
carácter ido-político, herramienta concreta de consolidación de la
fragmentación social o de la equidad. La educación permite la internalización
de determinada concepción del mundo a
los educandos, mediante la política curricular, de tal manera que desarrolla la
coherencia entre su subjetivismo y acción en la realidad.
La educación es un
proceso cultural y político concreto y objetivo, no es un asunto abstracto.
Esto nos permite señalar que cada sociedad forma a sus generaciones de acuerdo
a sus intereses y demandas sociales
unilaterales, mientras exista fragmentación. La educación está directamente
relacionada con el sistema productivo de su época e interés. Ante ello los
docentes son considerados de acuerdo a esa necesidad: guía, tecnócratas, apóstol,
facilitador, mediador, acompañante, etc. pero no pedagogo.
Al decir que la
pedagogía es una ciencia que estudia a la educación, entonces estamos ante una
ci8encia social, lo cual nos conduce a la segunda pregunta ¿Qué es ciencia?
Tal como indica Kedrov-Spirkin:
“La ciencia es un sistema de conocimientos en desarrollo (…), los cuales se
obtienen mediante los correspondientes métodos científicos, la ciencia se
refleja o se expresa a través de conceptos exactos. Los datos que la ciencia
otorga se comprueban y se demuestran en la práctica social para manifestar su
veracidad”. Entonces, la ciencia necesariamente debe apelar a la rigurosidad que le corresponde,
entendiendo como sistemática, racional, objetiva y progresiva, pues aquellos
conocimientos permiten a la humanidad ir desarrollándose en todo sentido. No
obstante encontramos que la ciencia no está al alcance de toda la humanidad, a
la cual se la toma, inclusive como laboratorio para grandes experimentos
políticos, económicos, educativos, entre otros. Bien, pero la ciencia necesita
de un mecanismo que la permita descubrir la verdad, aquel es el método científico.
Todo lo dicho nos
lleva a pensar en la investigación
científica, la misma que necesariamente hace uso del método científico,
tomando en cuenta el fundamento epistemológico que le corresponde para
determinado interés científico sociopolítico, ante todo. La investigación
científica la debemos ver como el proceso histórico socio-cultural, político y
sistemático para la búsqueda de la verdad en la realidad teniendo que
describir, explicar, y comprometerse en la transformación de la realidad. Ante
ello es importante preguntar investigación social para quién? Como señalaría
Rojas Soriano.
Finalmente, como
vemos los tres conceptos están interrelacionados, dirigidos por la orientación
que maneja el investigador y su respectivo interés de clase.
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