martes, 21 de marzo de 2017
miércoles, 31 de agosto de 2016
Evaluación del aprendizaje en la universidad
Acerca de
la evaluación del aprendizaje, aparentemente es un tema bastante sencillo, y
hasta técnico, pudiendo sostener que el problema es eminentemente así: técnico.
Aquello nos lleva a señalar las
orientaciones verticalistas que la fundamentan como que: la evaluación del
aprendizaje es un asunto de control,
neutral, de proceso, parcial-final, objetivo terminal, calificación, toma de
examen, fijación para que quede en la cabeza, juicio de experto y producto.
Cada
modelo pedagógico tiene una manifestación curricular, evaluativa y de gestión,
pero eso no quiere decir que la evaluación del aprendizaje esté vinculada tan
solo a un asunto técnico, sino va mucho más allá. Su origen está en la relación
sistema productivo-sociedad y su expresión en la fragmentación social, de ahí
que los modelos y políticas evaluativas tengan ese sustento.
En el
entendimiento de lo que es evaluación
del aprendizaje universitario, no es que deje de ser un proceso continuo
sistemático de recolección de información para emitir juicio de valor y tomar decisiones,
para luego comunicar. Aquello ya se está entendiendo, porque desde distintos
enfoques se sostiene esto, pero
actualmente no hay quien señale: como control del aprendizaje, o la versión
parcial-final o simplemente final-cancelatorio. Conceptualmente estamos
asimilando, sin embargo la acción evaluativa ejercida nos contradice y caemos
en aquello que negamos. Entonces, existe contradicción entre el pensamiento evaluativo
y su respectiva práctica, pues generando condiciones que imposibilitan la
correcta valoración del desarrollo de los futuros profesionales.
La evaluación
del aprendizaje universitario, proceso no solo académico sino también socio-cultural,
ideopolítico que tiene como horizontes la visión, misión, objetivos de la
universidad y perfil del futuro profesional en el mismo que se plasman los
primeros. Aquellos están vinculados a los diversos elementos curriculares ante
la actitud evaluativa y el clima evaluativo, durante todo el proceso de
enseñanza-aprendizaje y los tipos y
formas de evaluación, asimismo con los criterios e indicadores, técnicas e
instrumentos de la evaluación del aprendizaje del desarrollo de las
capacidades y actitudes de los futuros
profesionales.
Ahora nos conducimos a tomar conciencia acerca
de ¿cómo es ese proceso? ¿Qué hacemos en ese proceso? ¿Qué evaluar, cómo, con
qué, para qué, por qué y cuándo evaluar en ese proceso? ¿Qué tipos y formas de
evaluación del aprendizaje debemos realizar? Hacia dónde debemos dirigirnos en
el acto de evaluar.
1.2 El promedio y el desarrollo en la
evaluación del aprendizaje.
La orientación psicoestadística centrada en el
producto, reflejan la búsqueda del alumno estándar. Para ellos el conocimiento
está terminado: “clase hecha, clase aprendida y evaluada”, es su consigna, pues
se sostienen en la concepción industrial de los futuros profesionales. Ellos
son medidos en las dimensiones:
cognitivo, socio-emocional y el motor, vistos como dominios. Esta orientación
se presenta, también como parcial-final o final cancelatorio. Al primero
también lo señalan como proceso; claro, pero lineal. Pues la orientación del
aprendizaje como constante cambio de conducta por la repetición del
aprendizaje, permite que la evaluación sea vista como la constancia en el
hacer-hacer, de tal forma que se genera el desarrollo técnico del futuro profesional,
así se forma la legión de profesionales pragmáticos, positivistas y ausentes
del contexto. Aquí encontramos los trabajos de Bobbit, Tyler, Bloom, Gagné,
entre otros tecnólogos del siglo XX.
Durante un ciclo académico se informa que el alumno tiene
de nota 13 a mediados, y en el final 09, entonces su promedio es 11. Es
aprobado con la nota mínima. ¿Cómo entender aquello, subió, bajó, para mediante
el promedio decir que su avance es de once? Otro caso, en el parcial tiene 08
en el final 12, esto arroja un promedio de 10, ¿qué pasó? En este caso el
estudiante estaba progresando, pero el promedio lo señala como progreso, pero
desaprobado.
Un último caso. Primer informe 07, el final 18. ¿esto qué refleja? Que el estudiante avanzó, puso mucho interés y responsabilidad, hasta llega a “logar” los objetivos del silabo. Es un estudiante que no estaba buscando el once, porque su promedio sería 13, con medio punto a favor, pero nos debe hacer reflexionar que el dominio de los objetivos de la asignatura es casi total, pero el 13 está indicando que es un alumno muy regular. Otro es el caso de los alumnos que, curiosamente, tienen: 12, 12, 12, promedio 12.
En el aprendizaje hay retrocesos aparentes, pues
durante un ciclo de estudios el estudiante tiene sus altibajos, pero es parte
del desarrollo. La tarea es detectar justo aquello, donde están sus fallas o
vacíos, más que los aciertos, porque en ese sentido podemos interactuar con los
estudiantes que, aparentemente, se quedan. Necesitamos, por tanto, evaluar la integralidad
del educando, pero mirando el desarrollo de sus capacidades intelectuales,
metodológicas, intereses, actitudes diversas e interacción social, entre otros.
Debemos asumir, con mayor convicción que las aulas de estudiantes son
heterogéneas en cuanto a su progreso en la consumación integral del perfil
profesional.
El promedio, entonces, no expresa en realidad el
desarrollo de las capacidades del estudiante universitario, en determinado
ciclo o la acumulación de los mismos, así sea con la ayuda benévola del
redondeo ni hacia adelante, menos hacia atrás. El promedio expresa la síntesis
forzada del desarrollo académico del futuro profesional. Es el exceso de la
objetividad, como herramienta de exclusión académica, en la mayoría de los
casos, teniendo repercusiones económicas sociales y emocionales.
No estamos señalando que se eliminen los números de la
universidad. Son necesarios, pero en el proceso de evaluar el aprendizaje, nos
presenta situaciones que nos debe llevar
a tomar decisiones. Los números que alcanzamos en los informes de evaluación,
deben manifestar, en verdad la
valoración objetiva que hacemos acerca
del desarrollo académico, pero bajo el establecimiento de criterios de
evaluación bastante claros.
Evaluar es dialogar y reflexionar, teniendo en cuenta
el ¿por qué y para qué, sobre el proceso
enseñanza-aprendizaje, porque es parte integral de dicho proceso; sin la
evaluación, difícilmente podríamos asegurarnos de que ocurre algún tipo de
aprendizaje
¿Qué entiende por educación, ciencia e investigación científica?
Desde la óptica científica de la pedagogía, asumiendo a la educación como objeto de
estudio, de tal manera que tomamos distancia del reduccionismo tecnocrático y
demás que así lo ven, y en el nivel epistemológico alejándonos radicalmente del
neopositivismo, el estrutural-funcionalismo y los críticos neomarxistas,
asumimos a la educación de la siguiente manera:
La educación es el proceso histórico económico-social de
carácter ido-político, herramienta concreta de consolidación de la
fragmentación social o de la equidad. La educación permite la internalización
de determinada concepción del mundo a
los educandos, mediante la política curricular, de tal manera que desarrolla la
coherencia entre su subjetivismo y acción en la realidad.
La educación es un
proceso cultural y político concreto y objetivo, no es un asunto abstracto.
Esto nos permite señalar que cada sociedad forma a sus generaciones de acuerdo
a sus intereses y demandas sociales
unilaterales, mientras exista fragmentación. La educación está directamente
relacionada con el sistema productivo de su época e interés. Ante ello los
docentes son considerados de acuerdo a esa necesidad: guía, tecnócratas, apóstol,
facilitador, mediador, acompañante, etc. pero no pedagogo.
Al decir que la
pedagogía es una ciencia que estudia a la educación, entonces estamos ante una
ci8encia social, lo cual nos conduce a la segunda pregunta ¿Qué es ciencia?
Tal como indica Kedrov-Spirkin:
“La ciencia es un sistema de conocimientos en desarrollo (…), los cuales se
obtienen mediante los correspondientes métodos científicos, la ciencia se
refleja o se expresa a través de conceptos exactos. Los datos que la ciencia
otorga se comprueban y se demuestran en la práctica social para manifestar su
veracidad”. Entonces, la ciencia necesariamente debe apelar a la rigurosidad que le corresponde,
entendiendo como sistemática, racional, objetiva y progresiva, pues aquellos
conocimientos permiten a la humanidad ir desarrollándose en todo sentido. No
obstante encontramos que la ciencia no está al alcance de toda la humanidad, a
la cual se la toma, inclusive como laboratorio para grandes experimentos
políticos, económicos, educativos, entre otros. Bien, pero la ciencia necesita
de un mecanismo que la permita descubrir la verdad, aquel es el método científico.
Todo lo dicho nos
lleva a pensar en la investigación
científica, la misma que necesariamente hace uso del método científico,
tomando en cuenta el fundamento epistemológico que le corresponde para
determinado interés científico sociopolítico, ante todo. La investigación
científica la debemos ver como el proceso histórico socio-cultural, político y
sistemático para la búsqueda de la verdad en la realidad teniendo que
describir, explicar, y comprometerse en la transformación de la realidad. Ante
ello es importante preguntar investigación social para quién? Como señalaría
Rojas Soriano.
Finalmente, como
vemos los tres conceptos están interrelacionados, dirigidos por la orientación
que maneja el investigador y su respectivo interés de clase.
lunes, 8 de febrero de 2016
PEDAGOGÍA
VS TECNOLOGÍA EDUCATIVA
La educación como
hecho concreto y superestructural, por lo tanto, es abordado
científicamente por la ciencia social de
la educación es decir: LA PEDAGOGÍA , bien, pero existe una disciplina particular
que tan sólo estudia una parte de la educación, que generalmente se la señala
como: la clase, la lección, la enseñanza, entre otros, es decir: el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este hecho concreto impartido en las aulas de todos los niveles
educativos es estudiado por la
DIDÁCTICA (docere:
enseñar y discere: aprender. Arte de enseñar, etimológicamente).
La pedagogía, ciencia
social de la educación, presenta una estructura de disciplinas particulares que
cada cual de manera coherente, subordinada, en función a las leyes, y su objeto
de estudio particular, está involucrada en el estudio y desarrollo de su tarea.
Así, indica C. Alvarez de Zayas (2003)
“La ciencia que estudia el proceso de E-A recibe el nombre de Didáctica, es
decir, que mientras la
Pedagogía estudia todo tipo de proceso formativo en sus
distintas manifestaciones, la
Didáctica atiende sólo al proceso más sistemático, organizado
y eficiente”. Entonces, el objeto de la Pedagogía es el proceso formativo, mientras que
de la Didáctica
es: el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Hasta aquí la Didáctica está involucrada con ese proceso educativo donde se encuentran: los
educandos, el educador y el contenido, bajo cierto marco socio-económico. El
encuentro entre aquellos elementos es eminentemente
cultural, político e ideológico.
De aquí se
desprende en el lenguaje corriente
frases como: “ el profesor no llega a sus alumnos”, “ la didáctica de aquel
profesor es interesante, trabaja hasta con ochenta alumnos”, “… su arte, su
didáctica o su método me gusta porque entiendo todo lo que dice”.
Aquellas frases
tienen un trasfondo ideológico, es decir una postura en torno a la didáctica,
se puede aceptar desde la opinión de los alumnos o la comunidad, pero no de los
profesionales en Educación, aquello amerita un análisis más minucioso y
riguroso, bajo lo que ya vamos exponiendo hasta el momento, por ejemplo:
a.
Ver a la didáctica aislada de los propósitos
de la educación impartida en las aulas de todo nivel.
b.
Ver a la didáctica sin vincular a la Pedagogía , como su ciencia referente.
c.
Ver en la didáctica tan sólo un asunto
técnico- instrumental, para trabajar el contenido.
d.
Ver en la didáctica un campo neutral sin
compromiso socio-político.
e.
Ver entre la Pedagogía , didáctica, tecnología
educativa y estrategia didáctica una cuestión de sinónimos.
f.
Considerar
y practicar la didáctica como si se hubiera quedado en su interpretación
etimológica: el arte de enseñar, las corazonadas del profesor en el aula.
g.
Lo más generalizado, practicar y definir a la Didáctica como técnica o
método didáctico.
La didáctica con la pedagogía se
interrelacionan para responder al hecho educativo por eso es que, todo enfoque
pedagógico tiene su origen en determinado momento histórico socio-económico concreto,
de tal forma que responde a los
intereses y condicionantes de ese
instante, a la vez, también, en él está
implícita su respectiva postura didáctica. Por ejemplo cuando leemos: Economía
y enseñanza de J.C. Mariátegui, (Temas
de Educación), vemos cómo demuestra
la relación entre el sistema productivo con los fines y objetivos de la
enseñanza en los primeros veinte años de Europa.
III. CATEGORÍAS DE LA DIDÁCTICA.
Para trabajar la
estructura de la didáctica es necesario responder las siguientes preguntas:
§ ¿Para qué
se enseña? Objetivos de la enseñanza
§ ¿Qué
enseñar? Contenidos de la enseñanza
§ ¿Sobre qué
base enseñar? Principios didácticos
§ ¿Cómo
enseñar? Métodos didácticos
§ ¿Con qué
enseñar? materiales didácticos
§ ¿Cómo
organizar la relación P-A ? Formas de organización de la enseñanza
§ ¿En qué
medida se lograron los objetivos? Evaluación de la enseñanza
Cada pregunta
responde a un elemento en particular de la didáctica. Todos se involucran
directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Así, todos tienen como eje
central los objetivos de la enseñanza que tienen su fundamento en la Política Educativa
el sistema o la institución. Hacia aquél se dirige la interacción de todos los
elementos de la didáctica, puesto que ahí, también encontramos la tarea
educativa encomendada: la formación de los educandos o futuros
profesionales. Es así que nosotros vamos
a identificar, comúnmente: currículum, materiales didácticos, materias, tiempo,
infraestructura, evaluación, etc. De tal forma que algunas veces los vemos
desconectados.
Existe
la Didáctica
general y didácticas particulares, las
mismas que no pueden ser confundidas con el método, las técnicas o cualquier otro.
Debemos
ir entendiendo: las clases en el aula deben estar orientadas a partir del
conocimiento de tres ejes, que responden a su momento económico-social, como necesidad de progreso
social o consumación de determinado interés, ellos son: la materia, su respectiva teoría
particular de la enseñanza, y, la
intención ideo-política de la sociedad o la institución, todo en función al contexto y los factores que la
implican. Ellos se verán complementados con el método didáctico, los
recursos y la valoración del aprendizaje.
La materia,
corresponde al mundo de las
asignaturas, su desarrollo, su estructura, sus particularidades, método de
investigación y problemática, como también su uso político. Aquí es importante, según el nivel educativo, el
educador debe conocer su ciencia o materia lo más profundamente posible,
porque de allí con el conocimiento de la Didáctica es que deben
generar la didáctica particular para llevarla a cabo en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, claro que hay diversas maneras de transmitir el mismo
conocimiento, pero eso responde a los criterios, la teoría pedagógica y de
enseñanza que la sociedad o institución adopta según sus fines y objetivos, es
decir la intención. De acuerdo a esa elección se verá la concepción del mundo, pedagógica y
didáctica.
El
siguiente gráfico nos permite trabajar mejor las ideas expuestas:
Ante todo ello, cuál
es el papel de la
Tecnología Educativa cuyo trasfondo tiene que ver con: la
sociedad capitalista (en su modernidad y explotación de la mano de obra
barata), la pos guerra, la cibernética, el reduccionismo de la pedagogía a
técnica, el pragmatismo en la formación
y praxis de los profesores, la supuesta neutralidad de la educación, el
rompimiento del proceso educativo de su historia y de ser un hecho superestructural, la
negación de la diversidad de los pueblos, el sometimiento de los hombres en función al conductismo, finalmente: respuesta del capitalismo, en educación,
hacia las voces progresistas del magisterio.
Qué más podemos decir
de la Tecnología
en todas sus versiones; desde la conductista hasta la popular? En ello se busca
la eficiencia y la eficacia, el hombre pragmático. Fue penoso ver que en su
época de auge ( Perú 1972-2001), hubo profesores, instituciones de
investigación, ONGs, etc. Se desesperaron en generar respuesta con lo mismo,
como si el Asunto fuera por ese lado. Ahora, todos se han pasado hacia el
constructivismo, la pedagogía conceptual o la pedagogía crítica¿?
Debe quedar claro,
entonces que las propuestas se deben levantar desde la realidad de los
educandos, su contexto, la democratización de la economía (Mariátegui), y
perspectiva correcta en el sentido ideopolítico, vale decir con convicción
social mayoritaria.
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