miércoles, 2 de diciembre de 2009

CULTURA EVALUATIVA


CULTURA EVALUATIVA
EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN



1. CULTURA EVALUATIVA.

Ante todo debemos señalar qué debemos entender por cultura, Luis Castro (2005): Conjunto de valores materiales y espirituales creados por la humanidad en el curso evolutivo de la práctica socio-productiva y que caracteriza a una determinada etapa histórica en el desarrollo de la sociedad. Cada momento histórico social ha generado cultura ya sea, aún en la pugna de las causas de las diferencia sociales. Castro agrega: la producción de de bienes materiales, la cultura constituye un proceso histórico-social cuyo desarrollo se encuentra en dependencia de sucesiva sustitución de de una formación socio-económica específica por otra y se expresa en la indesligable e íntima unidad y correspondencia de sus aspectos materiales ( procedimientos, técnicas, experiencias de producción, valores concretos, etc.) y espirituales ( capacidades, habilidades, destrezas, y elaboraciones filosóficas, científicas, culturales educativas, morales, artísticas, educativas, etc.). De esta definición podemos apreciar que no se refiere tan sólo aquel reduccionismo de creer que tan solo se refiere a lo material, otros señalan lo espiritual. La cultura no se refiere, tampoco, sólo al hombre culto, intelectual, sino a toda la humanidad y su participación desde su actividad social en particular. El lenguaje por ello es la herramienta cultural que interactúa con el pensamiento, permite al segundo internalizar la cultura hacerla suya e interactuar colectivamente en la sociedad.

Acerca de evaluación educativa, hay definiciones de todo tipo, claro está, según la concepción del mudo o e interés del autor, por ejemplo, lo que el MED señala: En el D.C.N. (MED: 2005) señala” (...) es un proceso pedagógico, mediante el cual se observa, recoge y analiza información relevante, con la finalidad de reflexionar, emitir juicios de valor y tomar decisiones oportunas y pertinentes para mejorar los procesos de aprendizaje de los alumnos. Asimismo: Evaluación Educativa como acción reflexiva cultural y de poder político, que tiene repercusiones sociales en la conciencia y praxis de los educandos, y la sociedad en general, fijando más las diferencias o subsanándolas, como reflejo activo de la relación entre el sistema productivo y la las instituciones sociales en general, constatando sistemáticamente la plasmación de los lineamientos político educacionales concretos. La evaluación educativa, entonces debe ser entendida como todo un análisis critico de la magnitud del sistema educativo en relación al sistema social, y sus intereses concretos, y, no reducirlo tan sólo al aprendizaje del educando

Alicia Vargas (2004) indica de manera contundente: Partimos de la evaluación como proyecto político educativo y por lo tanto, conceptualmente analizamos su construcción cultural, considerando para ello las relaciones de poder. Esto nos lleva a pensar que la evaluación no escapa del poder político y la orientación que le permite señalar que es una construcción cultural, simbólica. Todo esto da pie a tener que asumir una nueva corriente que pregona la Cultura Evaluativa.

Emerge la Cultura Evaluativa.

En estos últimos años se está imponiendo un término bastante interesante – nos parece a partir de la incursión de los hermenéuticos como paradigma evaluativo- , lo encontramos, en Mateo (Evaluación educativa. Su práctica y otras metáforas: 2005), aunque no desarrollado: Cultura evaluativa. Caso contrario sucede en el libro de Kenneth Delgado (2007), y en algunos artículos en Internet, por ejemplo de Alicia Vargas Porras (Cultura evaluativa: su construcción desde la evaluación docente), y, de Eleonor Doan (la sociedad del conocimiento, la educación y la cultura de la evaluación)
Para Alicia Vargas P.: La cultura evaluativa se expresa entonces en elementos estructurales y formales ( normativas, reglamentos, entes, procesos establecidos) que definen la libertad y la racionalidad de las acciones que ejecutan las personas, en relación con la evaluación docente, pero a la vez las y los diferentes sujetos ( directores, directoras, administrativos, estudiantes, docentes) actuamos en una arena de poder signada por nuestros propios intereses (acción individual) y los de la institución ( acción colectiva). Para la autora la cultura educativa no es el pensar en creencias, mitos o tradiciones, sino en cuestiones concretas donde intervienen todos los agentes de la institución en función a determinados lineamientos administrativos que impulsan hacia el poder político.
Eleonor Doan (2007) precisa lo siguiente: Entonces hablamos de Cultura Evaluativa cuando nos referimos a las formas de proceder de las personas frente a las evaluaciones; a las ideas y creencias, a las costumbres, a las prácticas, código, normas y reglas que llevan a los individuos a tomar cierta posición frente a las evaluaciones. La afirmación de la autora no se detiene en una institución educativa, sino que va más allá, trata de referirse a la concepción que tiene tanto el evaluador, pero sobre todo el que es evaluado. Tendríamos que señalar la Actitud del Evaluador y la actitud evaluativa.
Entendiéndose por actitud evaluativa como la estructura hipotética deductiva que sólidamente tiene la composición entre la concepción del mundo, la concepción pedagógica didáctica, curricular y evaluativa como expresión de determinado sistema productivo. La actitud evaluativa es como consecuencia de la definición cultural del evaluador Una correcta actitud evaluadora permite sentido positivo, adhesión a quienes se evalúa, en cuanto a pensar en el ¿por qué? y ¿para qué evaluar? La cultura evaluativa está relacionada con la actitud evaluativa, debido a que la primera orienta a la segunda en el sentimiento y el comportamiento.
E. Doan termina señalando lo siguiente: Las fases de construcción de una cultura evaluativa responden a los de un proceso complejo y lento, en el cual hay que asumir y consensuar nuevas creencias respecto de buenas prácticas, de adecuadas actitudes, de derribar mitos, miedos, de incorporar nuevos hábitos de trabajo, de efectuar con la mayor rigurosidad posible la ejecución de procedimientos, de revisar continuamente lo que se hace, de pensar y anticiparse a los impactos, de hacerse responsable de las actuaciones, de aprender de los errores y fundamentalmente de cambios en los modelos mentales. Ese es el fin tumbar los mitos generados desde el feudalismo y el actual sistema social en su etapa post moderna que pregona: relativismo, diversidad cultural y poder del conocimiento, claro con el modelo económico neoliberal que ha penetrado en lo más profundo de la conciencia de las grandes mayorías, para implantarle la cultura de la vida light (Enrique Rojas: 2000). El hombre visto como capital humano, con miles de limitaciones, pero eficaz y eficiente. La pedagogía pos industrial.

K. Delgado señala: cuando hablamos de cultura evaluadora nos estamos refiriendo a los hábitos, las ideas, las creencias y los valores que expresamos en relación a la acción evaluador. No solo debemos pensar en prueba o examen. (…) Al contrario, reducen la problemática de la evaluación educacional a un asunto de rendimiento, no la comprenden de manera integral. (…) Pero este acto se limita más si lo asumimos como un simple acto de tipo administrativo que consiste en poner notas o calificativos. Es preciso renovar la cultura evaluadora.

No podemos ser unilaterales al señalar la cultura evaluativa, porque es necesario, una vez más, pensar en la naturaleza de la evaluación y sus dimensiones. La evaluación oficial es delineada en función a determinados intereses que permiten consolidar las orientaciones de poder de los dirigentes de la sociedad. La cultura evaluativa no puede ser vista tan sólo desde arriba, es necesario verla desde abajo para darnos cuenta que responde al contexto, al sistema productivo, y los diversos factores que intervienen en la educación.

La historia de la evaluación va a la par del desarrollo de la sociedad y el interés de la formación de los hombres de acuerdo a los intereses de oposición y pugna entre los dirigidos y los dirigentes, como producto de las sociedades heterogéneas. Las siguientes líneas vienen a ser la esencia, en la actualidad, para hablar de cultura evaluativa y no ser tan sólo una postura positivista o hermenéutica, como así se pretende en la actual óptica de la cultura evaluativa.

2. EVALUACIÓN Y PRAXIS EDUCATIVA.

Todo enfoque pedagógico tiene su origen en determinado momento histórico socio-económico concreto, de tal forma que responde a los intereses y condicionantes de ese instante; asimismo, en él está implícita su respectiva corriente evaluativa. Así, a la tecnocracia le corresponde la evaluación experimental, al constructivismo la evaluación como proceso –cognitivista-, etc. Pero cuál es el papel de la EVALUACIÓN EDUCACIONAL? No creemos tan sólo el aprendizaje cognoscitivo del alumno sino, su vinculación con toda la sociedad., su contexto, y toda la labor pedagógica.

Es muy importante tomar en cuenta lo anterior, porque nos daría una correcta ubicación y entendimiento acerca de las conexiones internas o desconexiones, quién sabe yuxtaposiciones, entre el enfoque pedagógico con la realidad educativa, el marco social, la distribución de las riquezas y la magnitud del papel de la Evaluación Educativa.

En el actual momento nos ponen de moda el mundo de los Paradigmas de Thomas Khun, el mismo que sostiene “el conocimiento avanza en función a paradigmas, el emergente se impone al oficial, porque el segundo va cayendo al no responder en el momento social concreto, se termina el reinado o apogeo del mismo y entre en crisis, para luego ser suplantado por el emergente” Esto nos lleva a señalar que se vive una serie de cambios y resistencias, una lucha entre los dos paradigmas. El paradigma nuevo se impone generando verticalismo incomunicación, por lo tanto cierta resistencia por los cambios por parte de quienes deben asumirla. Bueno, es la interpretación empirista del desarrollo de la ciencia, según Khun.

El sector educativo ha sido intervenido con ello, por eso es que se habla de los paradigmas de evaluación educativa, sosteniendo la idea de acuerdo a la metodología de investigación y epistemología.
Aquí brevemente la diferencia entre los dos Paradigmas de evaluación.

Existe un supuesto abandono del PARADIGMA CUANTITATIVO, para pasar al PARADIGMA CUALITATIVO. Bien, pero las conceptualizaciones citadas líneas atrás llegan al educando para indagar el aprendizaje reduciendo todo el sistema educativo y social a sólo eso.
No obstante existen contradicciones profundas; en el mismo sistema de evaluación, las normas y su ejecución, las actas de fin de año que no dejan de ser cuantitativas, LA VIOLENCIA SIMBOLICA, la costumbre de los padres de familia de ver números y diplomas, la sólida concepción positivista y pragmática en evaluación, el subjetivismo a la hora de evaluar, asumiéndola como medición, por parte de los profesores.
Las distintas formas de evaluación son reducidas a la HETEROEVALUACION, y la desconexión de la praxis evaluativa con la política educativa del sistema y la institución, recayendo en la evaluación especulativa, elitista, masificada y finalista.

3.1 EVALUACI{ON, CURR{ICULO Y MATERIALIZACIÓN DE LA DOMINACIÓN.

La coherencia manifiesta en los instrumentos de Política educativa, arriba mencionados, demuestran su ligazón con el FMI, el BID, el BM. Y la CEPAL, nos permiten dirigir la mirada hacia el perfil de hombre que se está formando para los años siguientes: el hombre globalizado o mundializado (Delors: 1996), superficial, individualista, competitivo, consumista, conformista y”competente” con quién ¿?.
Los pilares de la educación, los contenidos transversales, los ejes curriculares, los contenidos, actitudes e indicadores, todos ellos apuntan hacia esas políticas educativas. Allí se detectan los intereses de las transnacionales, las empresas el fondomnetario, etc. Podemos graficar en un flujograma y veremos como están conectados unos a otros.
Ni hablar, los Ejes curriculares responden a los Pilares de la Educación del Informe Delors de la UNESCO y el FMI., ya sabemos qué hay tras ello. Pero se encadenan directamente con los TEMAS TRANSVERSALES, allí en los distintos niveles del sistema educativo peruano podemos encontrar, por ejemplo; defensa del consumidor ( o del consumismo , de la chatarra), defensa de los derechos humanos ¿? ( de quiénes), Educación ambiental ( y la contaminación de las transnacionales, una cáscara de plátano no es destructiva), Equidad y género ( y las leyes y el poder político que nos discrimina qué) , etc.
Mientras nosotros nos rompemos la cabeza pensando en los indicadores y las Unidades Didácticas, que los segundos son el último peldaño de la ideologización neoliberal, perdón, concretización curricular , el contenido está fuerte y latente presto a penetrar en la conciencia de las grandes mayorías, pues más nos preocupamos de las formas. Como forma también es la Diversificación curricular, que finalmente es el proceso de adaptación de la cultura de los educandos a la oficial. El PCC y el PEI, cumplen ese papel, aquello de adecuar a la realidad del niño, es un simple saludo a la bandera.

En todo caso reflexionemos en las distintas asignaturas o áreas curriculares que espontáneamente hacen giran los contenidos de acuerdo a los problemas irrelevantes o inmediatistas.
Es aquí donde la evaluación de principio a fin cumple con la finalidad de constatar cómo y de qué manera el magisterio nacional va plasmando, y el alumno interiorizando, los lineamientos político educacionales mundializados, mediante el proceso de enseñanza-aprendizaje que luego son evidenciados en los mal diseñados instrumentos de evaluación.
Por lo tanto, el papel de la evaluación está involucrado, históricamente, durante todo el proceso de la praxis educativa. Se ha originado a partir de los intereses de poder de quienes dirigen una nación. Se entiende que la evaluación contribuye en la calificación de la sociedad y educación. Desde el recojo de la información, hasta el juicio y la toma de decisiones, acción reflexiva para nosotros. La evaluación, siempre estará velando y corrigiendo por la obtención del perfil del hombre que se ha diseñado en la política educativa, vía su herramienta, el currículo, esto en cualquier tipo de sociedad.
Por eso, la evaluación educativa es el instrumento político, ideológico y cultural importante más importante de todo sistema social y educativo, después del currículo, y no el metodológico como nos han hecho creer.

4. EL SISTEMA DE EVALUACIÓN DEL PERÚ. SUS CONTRADICCIONES.

En la era del PARADIGMA CUALITATIVO, se trata de exterminar a los NUMEROS de nuestro sistema evaluativo, introduciendo las LETRAS, con el fin de reflejar el resultado cualitativo. En el caso de EDUCACIÓN PRIMARIA Y EDUCACIÓN INICIAL, el sistema es el cualitativo, aunque inicial siempre utilizó las letras tanto en el sistema tradicional como en el contemporáneo., “tremenda contradicción”. Sin embargo el mismo MED (2003), solicitó informar en las actas de fin de año, colocando su equivalente numérico. Se pasa de un reduccionismo a otro reduccionismo. Los estudiantes tenían más posibilidad de aprobar una asignatura en el sistema cuantitativo (de 11 a 20), que en el cualitativo (entre A y AD tienen seis posibilidades), peor en sus equivalentes.

Agregamos que AD se creó para elitizar más la educación. De tal forma que los niños durante el año están prohibidos de obtener AD, porque sólo puede ser en el último trimestre, otra contradicción. Durante el año un niño sólo puede obtener máximo hasta A, es decir 16 ó 17, no más. Y en el registro oficial del profesor se debe informar con cualquier símbolo, en todo caso, chek o aspa, pero no letra ni número. ¡Qué tal interpretación del paradigma cualitativo! Qué tal

Hipocresía, y cómo se evalúa en las instituciones educativas de todos los estratos, y los colegios parroquiales.

Bueno a esto se agrega que no se debe premiar, dar diplomas ni otros estímulos, pero nadie toma en cuenta esto, pues los padres de familia están acostumbrados a ver números, no letras. Además la sociedad gira en torno a ello, hasta el FMI. necesita números para calificarnos y no letras. Otra contradicción

En el caso de educación secundaria se ha optado por lo siguiente, según el documento DCN ; para el rendimiento académico se utiliza el sistema LOS NÚMEROS y para el comportamiento LAS LETRAS, tremenda CONTRADICCIÓN , se utiliza aquello que en principio se dice pertenece a lo tradicional.

Desde aquí ya decimos que no es el asunto si de poner letras o poner números, el asunto es del trasfondo del enfoque y su conexión con los factores que la condicionan, sin tratamientos unilaterales. Lo único que podemos señalar es que esto es demagogia con problemas éticos y de capacidad.

Los padres de familia no entienden las letras, la actual sociedad no vive de las letras, la sociedad globalizada y neoliberal viven de los números, si no respondamos a las siguientes preguntas: ¿en qué puesto quedó usted al postular a un centro de trabajo? ¿En qué lugar quedó el Perú en matemática y lectura?, etc. así usted puede seguir preguntando, y, difícilmente encontrará letras.



Desde aquí ya decimos que no es el asunto; si de poner letras o poner números, el asunto es el trasfondo del enfoque y su conexión con los factores que la condicionan, sin tratamientos unilaterales. Lo único que podemos señalar es que esto es demagogia con problemas éticos y de capacidad.


5. LA PROBLEMÁTICA EVALUATIVA EN SÍNTESIS:

No obstante la fuerte y confusa difusión del paradigma cualitativo de la Evaluación educativa que ha generado grandes contradicciones en todo nivel , encontramos los siguientes problemas en la ACCIÓN EVALUATIVA que se puede agregar a lo señalado por Kenneth Delgado (2003), o también al español Miguel Santos ( 2000) con su Patología de la Evaluación. Agregamos a ello “Problemática de los instrumentos de evaluación” ( PÉREZ-ABRIL Y BUSTAMANTE: 1996)

A) Incomprensión del fundamento y trascendencia epistemológicos de la evaluación.
B) Desconocimiento del papel socio-cultural de la evaluación.
C) Desconexión de la evaluación educativa con los fines y objetivos del sistema educativo y el perfil del educando según el PEI.
D) Actitud mezquina y discriminativa del docente, asumiendo que los exámenes son “tesoros” académicos que reflejan el aprendizaje del educando, y son concluyentes y excluyentes.
E) En la era del constructivismo y el conocimiento, estamos en la era del cronograma.
F) La meritocracia. La sociedad ajena a la escuela, según las normas no debe haber diplomas, concursos, ni masificaciones, sin embargo, la sociedad vive de lo que las normas prohíben. Es la más terrible contradicción.

G) La evaluación es tomada como instrumento de poder, discriminación y selección. Se consuma la conceptualización neoliberal de la evaluación.

H) Predominio de la heteroevaluación, sólo el profesor asume cuanto debe poner de NOTA a los educandos apelando a las conceptualizaciones tradicionales.

I) Las formas autoevaluación y coevaluación no son tomados en cuenta en las actas y registros oficiales. DONDE ESTÁ LO INTEGRAL ¿?

j) Un niño que se pone “A”, no se le da importancia por efecto de la heteroevaluación.

K) INICIAL Y PRIMARIA se evalúa cualitativamente ¿? , no obstante secundaria asume el sistema ergométrico, lo cual contradice todo.

L) Se evalúa el contenido conceptual y a duras penas el procedimental. Lo actitudinal ni se recuerda.

LL) La escala: A, B, C, y AD, desfavorecen al educando que con el sistema vigecimal tenía once (11) posibilidades para aprobar la materia, ahora sólo aquellos valores de AD y A, lo cual es ocho posibilidades.

M) La mejor evaluación es aquella que presenta el examen con trampas, y, memorismo.

N) Uso de la evaluación como arma represiva y de chantaje.
O) Improvisación al prepara las pruebas.

P) Los instrumentos de evaluación apuntan: a) cronogramas establecidos, b) improvisación sin claridad de óptica científica, c) antidiseño, y, d) aplicación del examen en clima verticalista y de sumisión.

COMPETENCIAS Y OBJETIVOS


ENTRE LOS OBJETIVOS Y LAS COMPETENCIAS
EN EL CONTEXTO DE LA POSMODERNIDAD


1. LA EDUCACIÓN EN EL LIBRE MERCADO.

Según los “entendidos” en Educación posmoderna, en el contexto de la Globalización, estamos viviendo el mejor de los momentos, porque se ha asumido la heterogeneidad, la diversidad, por lo tanto la interculturalidad, entre los países, las personas y las instituciones. Lo contrario era la modernidad; homogénea, verticalista, tecnócrata, universalista, y capitalista.
Qué curioso, pero los encargados de dirigir y diseñar los diversos modelos desde políticos hasta educativos, son los mismos. Del modelo económico liberal se pasó al neoliberal. El estado antes participaba para regular el precio de las cosas, ahora no regula nada, sino se está encargando de privatizar, utilizando; las leyes, los medios de comunicación, la política, la cultura, la tecnología, entre otros. Las transnacionales pugnan por entrar en el mercado del otro, a pesar de los acuerdos. Aquel interés señalado se manifiesta en la educación y su instrumento llamado Currículo.

Desde los años 70 hasta mediados de los 90, en el Perú, se introdujo el currículo de la tecnocracia, en la misma que se asumía la Educación y Currículo Integrales ( A. Salazar Bondy y W. Peñaloza, respectivamente), aunque aquello se traja al suelo por el Gobierno de Bermúdez, sin embargo la concepción tecnocrática y reduccionista de la Pedagogía quedó bien clara al tener como bases; la sociedad “moderna”, auge de la cibernética, el conductismo, la exportación de materias primas y las contradicciones entre las sociedades capitalista y socialista. En el caso de la primera, la opción era el trabajar en el Currículo mediante: las Líneas de Acción Educativa y los objetivos. La necesidad de seguir produciendo hombres técnicos, mano de obra barata y calificada, exige cambios radicales en las Estructuras curriculares, Bloom y Gagné como los hombres técnicos que volvían los ojos de los profesores hacia la concepción de la educación industrial de inicios del siglo XX.

Durante los últimos diez años del siglo pasado, y lo que va del siglo XXI, la sociedad es vista como la Aldea Global: posmodernidad. Como el Perú no se queda atrás, también ingresa la sociedad globalizada. Esto hace que desde el 1994 asuma el currículo por competencias mediante áreas interdisciplinarias, el constructivismo, la corriente de gestión Calidad Total, el PEI y el PCIE, el FODA, los círculos de calidad, etc. difundidos por PLANCAD Y PLANG – que fenecieron el 2001- .

Ante ello las críticas fueron tan contundentes, por ejemplo; las competencias son para concursos, es aplicable a la economía, en educación se desarrollan capacidades, los niños no tienen las mismas condiciones de materiales de existencia, cada niños es un mundo distinto, tienen sus propios interese y necesidades, ellos poseen sus propios estilos y ritmos de aprendizaje, entre otros.
Después de la aparición desesperada del DCN 2008, elaborada durante noviembre del año pasado , dejando de lado el DCN 2005, que no llegó siquiera a los cuatro años de vida, se amplió y profundizó de manera abierta la línea de las Competencias para cada ciclo, adjuntando: los conocimientos, actitudes y capacidades.

Lo negligente es la cantidad de términos curriculares que no están definidos, caracterizados y ejemplificados. ¿Cuál fue el apuro?, no obstante, observamos el diseño curricular de Chile, España, la Unión Europea, hasta Venezuela entre otros, vamos a encontrar que desde la UNESCO, y las instituciones con las que coordina, todos apuntan a: competencias, capacidades, conocimientos y actitudes. No hay explicación del abandono de los contenidos de las competencias que fue tomado de César Coll (conceptual, procedimental y actitudinal), puesto que ahora se intenta hablar de lo ya mencionado, introduciendo con dudas: cognitivo, habilidad, conocimientos y actitudes, - en todo caso veamos el caso del currículo de Chile, que es de donde copia el actual gobierno-
El asunto es que actualmente, aquellos que tanto se desgarraron las gargantas en los 90, por aquello de las Competencias, ahora nada dicen o se han vuelto uno de los siguientes: Constructivitas, Críticos, Culturalistas o0 conceptuales, es que también están en Competencias. Es distinto aquellos profesores que son claros y concientes en lo correcto para las grandes mayorías.

2. ¿LOS OBJETIVOS SON ANACRÓNICOS?

¿Hablar de objetivos es una cuestión ANACRÓNICA O TRADICIONAL? Quienes así estén pensando aún no tienen en claro que el trasfondo de toda herramienta curricular es netamente de orden IDEOPO-LITICO, como manifestación de las condiciones materiales de existencia, y demás condicionantes super-estructurales, en determinado orden social.

Las distintas sociedades, sobre todo las heterogéneas, siempre han designado sus propios FINES EDUCATIVOS, de acuerdo al momento social, y sus distintas demandas, sobre todo de consolidación y desarrollo de poder. Los fines educativos deben ser entendidos, entonces, como ideales mediatos que tienen como referente la actividad social. Los fines se vuelven inmediatos utilizando los OBJETIVOS, de ya vamos identificando que existe relación en todo sentido entre los fines y objetivos.
Por lo tanto, cuando nos referimos a los sistemas educativos, de cualquier sociedad, siempre ellos demarcarán el tipo de hombre que desean formar de acuerdo a su concepción del mundo e interés de gobierno, siendo esencialmente dirigidos por los fines y objetivos, dentro de la POLITICA EDUCATIVA. A su vez, en toda institución educativa también se demarca dicha orientación específica en el instrumento denominado: PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL.

Las distintas corrientes pedagógicas utilizan los objetivos de acuerdo a sus propósitos. Caso particular es la TECNOLOGIA EDUCATIVA, que en sus distintas manifestaciones, ha utilizado a los objetivos con una denominación bastante peculiar, fundamentada en la psicología conductista, el pragmatismo y positivismo filosóficos. Ellos manejan a los objetivos en dos niveles: como política educativa y como conducta en el currículo, no obstante en este último ambos tipos de objetivos se entrecruzan, para arribar en los contenidos. Aquí los objetivos son vistos como productos. En España, para la actualidad, los objetivos son vistos como procesos en el tratamiento curricular, mientras aquí, en la década del noventa nos acuñábamos el término de tradicional o moderno, después de ocho años retornamos a esos debates superficiales, pues el fondo de esto es el trasfondo.

Los objetivos conductuales se clasifican en tres: GENERALES, ESPECÍFICOS Y OPERACIONELES, tomando en cuenta los dominios del aprendizaje identificados por B. BLOOM. (Cognoscitivo, afectivo y psicomotor).

Desde 1994, vía el MED, estuvimos ante una gran polémica de si los objetivos son tradicionales y las competencias lo posmoderno, es así como W. Peñaloza (2000-2003) señalará que todo no es competencia, ya que aquello es técnico, visual, el fondo, el sustento no lo es. C. Barriga H. (1999) señalará que no puede haber oposición entre objetivos y competencias, porque el primero es a nivel macro de todo sistema educativo, y el segundo es operativo en determinado documento curricular, en todo caso el último es consecuencia del primero.

Aquel supuesto problema es de forma, puesto que el contenido responde a lo mismo, la concepción de las cosas, la intención, el perfil, la mundialización del hombre (Delors:1996), y las políticas educativas desde el FMI y la UNESCO, siguen siendo los mentores de esta herramienta.

Desde noviembre del 2005, mediante el DCN. “Articulado”, podemos observar que ya no se quiere mencionar competencias (queda entre paréntesis), para llamarlo por capacidades o logro de aprendizaje. No obstante el trasfondo; libre mercado, las transnacionales, la globalización, el personalismo, la mercantilización, la división entre pensamiento y acción, entre otros, siguen siendo fundamento principal.
El DCN 2008 trajo abajo al DCN 2005, las razones saltan a la vista:

ü Afianzar la concepción de las competencias y el libre mercado.
ü Consolidar las raíces de la posmodernidad, el liberalismo y pérdida de identidad por la mundialización e individualismo.
ü Asumir que el hombre es un objeto, “cosa”, que tan sólo se puede ver como parte de un engranaje, “del proletariado al cognitariado”.
ü El hombre es alguien que debe consumir lo que el libre mercado le impone.
ü Apoyar a la empresa privada mediante la Sunat, y las distintas entidades involucradas, desde la escuela.
ü Eliminar la historia del país para dar paso a lo circunstancial, utilitario y el personalismo, es decir articular la alienación.
ü Afianzar el trabajo mediante las áreas curriculares, a pesar que en la práctica a fracasado y en teoría falta más trabajo. Es preferible el trabajo mediante líneas de acción.
ü Someterse a la moda internacional, monitoreado por el FMI y otros, es decir: las competencias, conocimientos, capacidades, actitudes y habilidades.
ü Extraer todo tipo de fundamentos y explicaciones en el DCN 2008, trabajado elaborado en un mes, por parte del MED.

3. LAS COMPETENCIAS EN EL DISEÑO CURRICULAR NACIONAL 2008.

Hace seis años el MED publicó el libro titulado Nueva docencia en el Perú, en el mismo que señala lo siguiente: “…está muy difundido entre los maestros, sigue siendo motivo de polémica, sobre todo por su procedencia del ámbito laboral y por identificarlo con corrientes psicológicas conductistas.” Aquí podemos ver la procedencia del término competencia que se va a circunscribir, sobre todo, en el contexto del sistema capitalista. Se dice laboral porque de eso se trata, acumular la riqueza para la generación de la acumulación del excedente económico, como consecuencia de la mecantilización de la fuerza laboral llamada: capital humano.

PINTO (1998) indica.”· El término competencia se utiliza en este contexto en el sentido de la capacidad de hacer con saber y con conciencia sobre las consecuencias de ese hacer. Toda competencia involucra, al mismo tiempo, conocimiento, modos de hacer; valores y responsabilidades por los resultados de los hechos”.

El MED apunta a lo siguiente: “definimos la competencia como la capacidad de las personas para actuar como la capacidad de las personas para actuar con eficiencia y satisfacción sobre algún aspecto de la realidad personal, social, natural o simbólica”.
Cada competencia viene a ser un aprendizaje complejo que integra tres tipos de saberes: saber, saber hacer y ser. Se trata de desarrollar competencias de los sujetos para que puedan crecer como personas, que deben tener las herramientas suficientes para aprender con autonomía, conocer el medio natural y social en sus múltiples interacciones y generar actitudes que permitan sustentar opciones y compromisos con ellos mismos, los demás y con el mundo. El comentario queda para el lector, tratando de encontrar lo bueno y lo malo de esta disposición del MED.